domingo, 8 de octubre de 2017

Malas noticias a la hora del desayuno

Escribo en caliente, o al menos “en noticias recientes”. Sin dejar paso al poso. Sin esperar a que se aclare nada. Sin tregua a que el pensamiento tranquilice a la emoción. Con la urgencia (nada urgente para mí) de dar palabra a algunos sentimientos que están aflorando entre gente que me es muy querida… y respetada.
Me he desayunado con la noticia de que el Centro Formativo de Otxarkoaga (para mí, siempre Escuela Profesional de Otxarkoaga = EPO) está siendo investigado por un presunto fraude en la contratación de los cursos para parados de Lanbide.
Claro que, cuando alguien se ha hecho viejo, sabe perfectamente quiénes son los investigados, que la EPO no es más que una forma de nominar a nadie en concreto, pero que tiene quien controla sus mecanismos porque es de su propiedad. Suena un poco mal decirlo así, pero así es.
O sea, los investigados son unos señores concretos, con nombre y apellido, que actúan desde dentro (y desde fuera)  en nombre de la entidad propietaria.
Creo conocer suficientemente a los que allí siguen como para afirmar que ninguno de ellos se ha hecho rico aún. Y creo tener los suficientes conocimientos acumulados sobre la “naturaleza humana” (ya sabéis que no existe, que el hombre es historia) como para no tener ninguna duda de que Robin Hood, cuando robaba, no lo hacía exclusivamente pensando en los “pobres”. Por algo “el príncipe de los ladrones” volvió a ser Sir, mientras los “pobres” siguieron siendo pobres, después de acabar con los déspotas.
Y, por cierto, la ley del sheriff de Nottingham y del príncipe Juan sin Tierra era ley, pero tampoco era justa. No,  si se entiende la justicia de forma distinta al aparato que utiliza la ley para convertirse en tela de araña.
A la hora del almuerzo (sigamos en ambiente inglés) me han llegado un par de wasshaps  (si hay faltas de ortografía no os paréies en ellas y seguid con lo importante) de gente que sigue dando el callo allí adentro.
Cito textualmente: “Después de un montón de años ahí, éstos se están cargando todo lo hecho mejor o peor. Y ni pestañean.”
Éstos, me temo, no juegan su partida, sino la de otros. Éstos, me temo, no son los iniciadores, sino los continuadores de algo que viene de más lejos.
“Q pasada!
Q vergüenza!”
Así escrito. En la forma de escritura de los mensajes por móvil.
Es una pasada. La vergüenza… la vergüenza espero que la estén sintiendo “éstos”. Aunque no me fío ni un pelo de que así sea. Habrá balones fuera, habrá “no se ha entendido bien”, habrá “igual cometimos algún error”, habrá “no podemos llegar a todos los detalles administrativos y se le habrá colado a…”, habrá… Los “habrá” son tan incontrolables, la mente de los humanos tiene tal capacidad de engaño y de autoengaño, el lenguaje admite tanta cantidad de juegos, que lo que no habrá será culpables, ni giros en la dirección hacia la que se camina, ni claridad, ni…, cuando menos, alternancia en los responsables de que la EPO vuelva a ser uno de los lugares más indicados para que aquellos, que han sido maltratados permanentemente, desde niños, por el sistema educativo puedan resarcirse, demostrar lo que valen, educarse mientras educan a sus educadores, y salgan al mundo del trabajo con la suficiente preparación como para no estar condenados a ser siempre, eternamente, la carne de cañón que nuestra industria o nuestro comercio necesitan para que, quienes tienen el capital, sigan forrándose impunemente.
(Me estoy dando cuenta de que esto de los puntos suspensivos es una gozada; permite no tener que terminar nada y dejároslo a vosotros. Como en “Patria”).

Así que termino en puntos suspensivos, es decir, en la invitación abierta a que no calléis…

2 comentarios:

  1. Supongo que no habrá muchos más comentarios que este. Sabemos que el miedo es libre y estamos amedrentados. Así que yo voy a comentar desde la prudencia (no sé si es muy diferente).
    Lo has dejado a huevo. Ha sido un final muy hábil, sobre todo para algunos.
    No esperes un gran comentario porque todavía no sé muy bien si expresar todo lo que pienso o solo alguna cosa (o nada).
    En este momento me da bastante coraje (como se dice en Otxarkoaga) pensar que ninguno de los investigados (ni de los instigadores) dará la cara mañana ante el alumnado, ni ningún día ante las familias que pidan explicaciones.
    Y si lo han hecho en "plan Robin Hood" efectivamente llegarán a Sires (o como se diga), mientras que los que den la cara, con suerte, seguirán siendo pobres.
    That is all (por el momento)

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  2. No tengo ningún interés en meter en problemas a nadie de los que quiero y respeto.
    Mi final es una invitación a los investigados y a los instigadores por si leyeran ésto y no tuvieran otra tribuna desde la que expresarse.

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